Febrero 05, 2024

EL TDAH PRESENTE EN LA ESCUELA.

Detectar el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) a temprana edad ayuda a lograr un mejor tratamiento multimodal con excelentes frutos. La escuela es un agente principal en la detección del TDAH y suele ser quien da la primera voz de alerta. Los niños pasan muchas horas en la escuela y eso hace que los profesores o educadores estén en una posición privilegiada para observar el comportamiento de los alumnos, así como para poder comparar la conducta y el funcionamiento cognitivo entre niños de la misma edad y avisar en caso de que exista algún indicio de problema.

EL TDAH PRESENTE EN LA ESCUELA.

Los comportamientos derivados del TDAH se encuentran en todos los niños, la diferencia realmente radica en la intensidad y la frecuencia con la que se presentan. Por lo tanto, antes de dar la voz de alarma, conviene consultar al psicopedagogo u orientador escolar para descartar otros trastornos conductuales o psicológicos. ¿Cómo se manifiesta la falta de atención, hiperactividad e impulsividad en la escuela? Realmente es muy sencillo darse cuenta que el alumno presenta una inatención o tiene exceso de actividad física e impulsividad. Se pueden observar los siguientes comportamientos:

 Falta de atención:
1. Parecen no prestar atención cuando se les habla, se pierden en las conversaciones.
2. Les cuesta iniciar cualquier actividad o tarea.
3. Tienen dificultad para organizarse y planificar las tareas.
4. Entregan los deberes incompletos, sucios o poco cuidados.
5. Les cuesta mantener la atención en tareas más largas, aunque sean sencillas.
6. No cumplen las normas o reglas de los juegos.
7. No prestan atención a los detalles.
8. Su rendimiento varía de una actividad a otra y son inconsistentes.
9. Parecen solo estar atentos a lo que les gusta.
10. Evitan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.

Hiperactividad:
1.Se levantan constantemente de la silla.
2. Cambian de postura todo el rato cuando están sentados.
3. Corretean por la clase.
4. Molestan a sus compañeros.
5. Muerden los lápices y bolígrafos.
6. Interrumpen constantemente la clase.
7. Cuidan poco los materiales, son descuidados.
8. Suelen estar involucrados en más accidentes, peleas…

impulsividad:
1. No suelen reflexionar, por lo que pueden parecer inmaduros.
2. Al no reflexionar no miden las consecuencias de sus acciones.
3. Parecen hacer lo primero que se les pasa por la cabeza.
4. No hacen caso de las advertencias que se les dan.
5. Presentan dificultades para llevar a cabo tareas que necesiten aplicar estrategias de análisis.
6. Tienen falta de constancia en las actividades.
7. No controlan bien la expresión de sus sentimientos.
8. Tanto castigos como recompensas a largo plazo son poco efectivas con estos niños. 

Autor:   Que le pasa a Juan
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